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Los Monocitos Patrulleros

Imagen de javier.villoslada

Esta mañana acabo de terminar una videoconferencia con una investigadora del CIB-CSIC (Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas) que llevan ya tiempo trabajando en una línea de investigación muy curiosa, a raíz del relativamente reciente descubrimiento de los llamados Monocitos Patrulleros. Estos son un tipo de células blancas presentes en la sangre que reciben el nombre precisamente de su función de "vigilancia" de cualquier tejido corporal, y están presentes en mayor cantidad, significativamente, en los pulmones, debido a que el pulmón es uno de los órganos más expuestos a agentes agresivos externos, dada su gran superficie de contacto con el aire inhalado.

El descubrimiento más interesante de este grupo de investigación es el hecho de que se ha encontrado que individuos que tienen niveles bajos o ausencia de la proteasa MT4 en estas células resultan en una actividad de patrullaje muy incrementada. Por lo tanto, con una herramienta que sea capaz de reducir el nivel de esta proteasa se consigue aumentar sustancialmente el grado de vigilancia, lo que revierte en un incremento muy importante de la actividad del sistema inmune.

Esto se ha conseguido con el diseño y pruebas, in vitro e in vivo, de un anticuerpo Anti-MT4, que ha demostrado efectivamente el incremento de la actividad de los Monocitos Patrulleros. En diversas pruebas experimentales de laboratorio se ha podido comprobar un efecto claramente beneficioso al potenciar los monocitos patrulleros en muy diversas patologías, como por ejemplo la metástasis del cáncer, las infecciones víricas o bacterianas y la enfermedad de Alzheimer. En todas estas patologías hay elementos extraños en los tejidos que cuanto antes sean identificados y señalados por los monocitos patrulleros, mejor será la respuesta del organismo.

En este momento han comenzado a estudiar en particular los beneficios que podrían obtenerse en la lucha contra el COVID19.

Al igual que en otras iniciativas relacionadas con las más recientes investigaciones en el ámbito del COVID19, no solo se está buscando una vacuna específica, o un medicamento concreto contra el virus. En muchos casos, como el presente, se trata de encontrar herramientas coadyuvantes, que mejoren el nivel y la calidad de la respuesta de nuestro sistema inmune, durante las fases agudas. Porque, como casi todo, existen efectos secundarios que hay que analizar cuidadosamente. En este caso, la disminución de la proteasa MT4 de forma continuada puede causar problemas serios, como por ejemplo el engrosamiento de las placas de aterosclerosis. Afortunadamente, las placas de aterosclerosis tardan años en formarse. Por lo que una reducción temporal (durante unas pocas semanas, a lo largo de una fase aguda de la patología que se esté tratando) de la proteasa MT4, que provoque una fuerte potenciación en ese tiempo de la actividad de los Monocitos Patrulleros, no causará daños sensibles y en cambio puede facilitar enormemente la acción del sistema inmune, contra la metástasis o contra una infección pulmonar grave, por ejemplo.